jueves, 20 de marzo de 2014

Democracia y apertura al exterior



Otro de los grandes símbolos que vivimos en nuestra época después de la caída del franquismo fue la apertura al exterior. Estábamos hartos de ver a turistas venir a visitarnos y nos enorgullecíamos de lo bien que se debía vivir aquí porque todo el mundo quería venir.

Como en España no se vive en ningún lado decían, Y se lo creían encima¡¡¡

playa


Pero claro, fue arrancar la década de los 80 y empezar a subir el nivel de vida de España y entonces nos pusimos a viajar. Conocimos París, Londres y poco a poco nos dimos cuenta de que aquello no estaba del todo mal. Podía ser que aquella gente también supiera disfrutar de la vida.

Esto fue una autentica catarsis para los Españoles. Empezamos a descubrir a los extranjeros en su tierra. Con sus costumbres. Viviendo en democracia. Esos viajes fueron para nosotros, además de un placer estético, una autentica clase de cómo se vivía en democracia. Viviendo y dejando vivir.

Es así como poco a poco la sociedad española se fue empapando de la cultura democrática y nos fuimos dando cuenta de que era posible aplicarla a nuestro país también.

democracia


Y es que como siempre se dice viajar te abre los ojos. Te enseña a ver y a respetar al diferente. Te permite ver que además de tus puntos de vista y opiniones también hay otros que los tienen y con los que debes vivir y debes respetar.

Para mi viajar al extranjero ha sido una de las claves de la apertura democrática de nuestro país que durante siglos vivió encerrado en si mismo mirándose al ombligo diciéndose lo bonito que era y lo grande e importante que había sido.

A partir de ese momento empezamos a sentirnos en las mismas condiciones que cualquier otro de nuestros compañeros en Europa. No eramos los parientes pobres a los que nos venían a visitar al pueblo. Ahora nosotros también viajábamos allí y les veíamos en su ambiente. Esta situación coopero al rearme moral de la nación y al sentimiento de Europeismo que luego evolucionaría hacia la Unión Europea de la que hoy todos disfrutamos en Europa

Y por eso yo recomiendo a todos los universitarios que lean, viajen y conozcan mundo. Hoy ya no tienen que aprender lo que es la democracia, pero si ensanchar sus horizontes

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